Rosquillas de anis

Como hacer rosquillas. Hoy una receta tradicional de las de toda la vida, unas rosquillas de anis que están para chuparse los dedos. Tiernas y esponjosas con un sabor y aroma a anís y naranja que os encantará. En casa de mi abuela las hemos preparado desde siempre y ya cuando fue más mayor siempre las compraba en la pastelería o en el supermercado.

Aunque yo siempre he preferido hacer las rosquillas caseras y recuerdo el aroma que quedaba en toda la casa después de freírlas. Mi abuela, hacía tal cantidad, que llenábamos bandejas y bandejas de rosquillas, que después repartía entre sus hijos y nietos. Nos pasábamos todo el día con la preparación y para mi eran lo mejor.

Las rosquillas de anis son muy fáciles de preparar, en realidad no tienen mucho misterio y si bien, a veces las primeras que freímos no acaban de quedar bien del todo (por el calor del aceite, por el tamaño que hacemos o por la forma), una vez que pillas el toque quedan perfectas.

Este mes cuando me llegó la caja Degustabox vi las gaseosillas de el Tigre pensé que de esta semana no pasaba preparar esta receta de rosquillas que tantos recuerdos me trae de mi infancia y de mi abuela. Si bien, se pueden sustituir las gaseosillas por levadura química, yo prefiero hacerlo con las gaseosillas porque quedan más esponjosas, pero si no se tienen con la levadura quedará perfecto también.

VIDEORECETA – ROSQUILLAS DE ANÍS CASERAS (POSTRE FÁCIL):

INGREDIENTES – ROSQUILLAS DE ANÍS CASERAS (RECETA FÁCIL):

• 500 gr de harina de trigo
• 150 gr de azúcar blanca
• 100 ml de aceite de oliva suave
• 3 huevos
• 4 cucharadas soperas de anís dulce
• 2 sobrecitos de gasificante (o 1 sobrecito de levadura química)
• La ralladura de una naranja
• Aceite de girasol para freír
• Un pellizco de sal
• Azúcar para rebozar
• Canela para rebozar

Preparación de la receta de las rosquillas de anis:

1. Empezaremos limpiando la naranja bien y secándola, para después rallarla finamente sin llegar a la parte blanca. Reservamos.
2. Seguidamente, en un bol separamos las claras de las yemas (las yemas las guardaremos en un recipiente cerca que las vamos a necesitar pronto), y batimos las claras a punto de nieve con una pizca de sal. Una vez que las tengamos bien montadas les añadiremos las yemas batidas, y las iremos integrando bien con la espátula y movimientos envolventes para que no se bajen las claras. Reservamos
3. En otro bol pondremos el aceite de oliva, el anís (que se puede sustituir por zumo de naranja si comerán las rosquillas menores), el azúcar y batiremos bien con la ayuda de las varillas.
4. Cuando esté bien mezclado lo verteremos con cuidado en la preparación anterior de los huevos que teníamos reservada, y removemos con la espátula con movimientos envolventes para que no se nos baje la preparación.
5. Seguidamente, añadiremos la harina con los dos sobres de gasificante (los dos sobre son dobles, o sea serían 4), en este momento batiremos con energía para que no se formen grumos hasta que tengamos una masa que no se pegue a nuestro bol. Si vemos que la masa queda muy seca se le puede añadir un chorrito de leche, de zumo de naranja o de anís, lo que prefiramos, pero cortito, si es necesario iremos añadiendo más. No nos interesa añadir mucha cantidad de líquido de golpe porque si nos pasamos después deberemos añadir más harina para contrarrestar y no quedaría tan bien.
6. Nuestra masa debe ser pegajosa pero manejable, para manejarla es importante untarse las manos con aceite y así podremos hacer los roscos. Dejaremos nuestra masa, en forma de bola, en el bol tapada con papel film reposando durante unas dos horas en el frigorífico durante un par de horas.

Preparación final y presentación de las rosquillas de anis:

1. Pasado ese tiempo procederemos a freír las rosquillas de anís. Pondremos una sartén con abundante aceite o un cazo pequeño. Yo os recomiendo usar un cazo pequeño porqué así usamos menos cantidad de aceite, aunque caben menos rosquillas, y más fácil controlar la fritura.
2. Antes de freír podemos o bien preparar todas las rosquillas o bien bolitas, o tener unas cuantas y después ir haciendo a medida que se vayan friendo. Esto es a nuestra elección, lo que nos vaya mejor.
   Nos untamos las manos con aceite, y hacemos bolitas, todas del mismo tamaño, no muy grandes. Después cuando las vayamos a meter en el cazo les hacemos el agujero y ya tenemos nuestras rosquillas.
3. Pondremos el cazo a fuego medio para que esté caliente sin que llegue a humear e iremos añadiendo las rosquillas, es importante no añadir muchas de golpe para no enfriar demasiado el aceite. Pondremos unas 3 o 4, depende de las que quepan en el cazo que usemos.
4. Una vez que estén doradas las iremos sacando y colocando en un plato o fuente con papel de cocina para absorber el exceso de aceite.
5. Cuando estén un poco frías las rebozamos en azúcar mezclado con una cucharadita de canela.

Trucos para que nuestras rosquillas de anis de la abuela quede perfectas:

>>Es importante la textura de la masa de nuestras rosquillas, tiene que ser pegajosa pero no mucho, la manejaremos bien cuando nos untamos las manos con aceite, sin pasarnos para que no le aportemos demasiado aceite a la preparación.

>>Si veis que está demasiado pegajosa no os preocupéis porque al dejarla reposar un rato en el frigorífico la masa se asienta y queda perfecta.

Y ya tenemos nuestras rosquillas de anís listas para disfrutar.

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